Buenas tardes a todas.

Antes que nada, agradecer a Dios esta nueva encomienda que puso en mi camino, la recibo con mucho gusto y cariño a mi Asociación.

Dios nos manda señales que a veces no entendemos, pero tiene un momento que nos marca para saber cuál es el camino a seguir y así lo hizo conmigo al mandar a una mujer con un mandil rezando a la cama de mi papá en el Hospital cuando estaba muriendo, cuando muchas veces iba a Misa y a bautizar a mis hijos a la Parroquia de la Medalla Milagrosa en CDMX, y no entendía que me decía: vas a ser Vicentina y ahora al ponerme al frente de la Asociación sé cual grande es mi compromiso con El. No tengo temor ya que sé que El Espíritu Santo guiará mis pasos para ser una buena líder y con mi Consejo trabajaremos mano con mano como un gran equipo, escuchándonos y apoyándonos para tomar las mejores decisiones para con nuestra querida Asociación.

Agradezco el gran apoyo que he tenido de mi esposo, siempre dispuesto a ayudarme en mi caminar vicentino, sin su apoyo y comprensión no podría lograr nada. A mi hija y mi nieta siempre dispuestas a enseñarme y ayudarme con la tecnología que siempre saca nuevas cosas y nos para de pestañas cuando se traba la computadora o borra la información.

A mis Hermanas de Cd. Juárez y mi Asesor el Padre Armando que me recibieron con tanto cariño en el Voluntariado y que con su Servicio han sido un ejemplo para mí. A mis ángeles del Cielo mi papá que al cuidarlo me enseñó a asistir con amor a los enfermos que estaban junto con El y mi querida Chita Quevedo, Vicentina que me enseño a amar el Voluntariado como ella lo hacía.

He meditado mucho sobre la responsabilidad de dirigir al Voluntariado, poniéndome en manos del Espíritu Santo he llegado hacia estos objetivos:

1.- Destacar que el trabajo en equipo es fundamental, debemos saber que no podemos solas, que, al juntar ideas y aportes de todo el Consejo, podemos hacer mejor nuestro Servicio para con los que más nos necesitan.

2.- Reforzar el Espíritu de Fraternidad y Caridad entre nosotras, evitando la generación de conflictos y llevarlo al Servicio para que otras mujeres quieran sumarse a nuestra Asociación enamorándose de nuestro Servicio.

3.- Reforzar nuestra Espiritualidad siendo coherentes en lo que digo y lo que quiere Dios que haga. Meditando a fondo nuestras Fichas de Formación enviadas por AIC INTERNACIONAL y poniéndolas en práctica provocando el Cambio Sistémico.

4.- Reforzar un hermanamiento con todas las Ramas de la Familia Vicentina, siendo eso Una Familia que se apoya entre Hermanos para tener un mayor Impacto con nuestros beneficiarios.

Es claro que para lograr hacer esto necesito de todas las voluntarias, la Asociación somos todas y el trabajo que realiza cada una de ustedes es importante e indispensable para su buen funcionamiento. No digas NO a los Cargos TODAS podemos, acuérdate que Dios no te dará algo con lo que no puedas. Si te pones en sus manos nada es imposible.

Ma. Adriana Pérez Cortés Gallardo.

Presidenta Consejo Nacional AIC-MEXICO Voluntarias Vicentinas AC